Cada uno ve el mundo a su manera

Chile 2013 - Blog de Albert y Andrea

Experiencias vividas queriendo ser contadas

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domingo, 17 de marzo de 2013

Primeras INFOimpresiones



Antes de hacer un viaje tan largo, una siente muchas cosas a la vez; alegría por poder descubrir algo nuevo y aprender de ello, tristeza por dejar de ver a personas que son importantes para una, preocupación porque salga todo bien, inquietud por lo desconocido... La última semana antes de partir no pude quitarme el nudo del estomago. Una vez crucé el control del aeropuerto de Barcelona, y con alguna lágrima en los ojos, pensé: “ya está, no hay marcha atrás, aquí empieza mi aventura”.
Contando ya 10 días desde que llegué, he podido observar que Chile, país desconocido por muchos, se envuelve de gente hospitalaria, amable, curiosa y sincera a la hora de querer que el extranjero se sienta como en casa; es un país de jóvenes con voluntad de cambio. Me da la sensación de que es uno de los países que más desapercibidos pasa cuando uno habla de Suramérica ¿no es así? El otro día me preguntaron qué piensan los españoles respecto a los chilenos y la verdad es que no supe responder… Nunca, en España, me había preguntado cómo eran en realidad; por ejemplo, intenta tú mismo imitar la jerga de un chileno y seguro que acabarás diciendo frases o palabras mexicanas, argentinas, etc. No tienen mucho que ver la verdad. La gente de aquí te sorprende y a la vez te gusta porque son cercanos; han adquirido estilos de vida estadounidenses y europeos pero los han adaptado a las costumbres chilenas. La capital, Santiago de Chile, vista desde el Cerro de San Cristóbal, podría confundirse con cualquier ciudad europea.



"A lo lejos se intuye la cordillera que la contaminación  no deja ver"

 A nivel socioeconómico existe aquí una gran brecha entre los pocos adinerados y la mayoría de gente que se encuentra en un nivel de economía bajo. Las clases sociales en Chile se clasifican en A, B, C, D y E, siendo A y B la minoría y adinerada, pocos se encuentran en la clase C  y gran parte de la sociedad se agrupa en las clases D y E. Un alumno de trabajo social nos informó que el salario mínimo está por debajo del umbral de la pobreza y que lo que ocurre es que de alguna manera se intenta “tapar” dicha exclusión a través de infraestructuras y demás. El ejemplo que nos dijo fue que un niño pasa desde las 8 a.m. hasta las 5 p.m. en la escuela, le dan de comer allí todo lo que no puede ofrecerle su familia; de esta manera se va formando una rueda en la que la exclusión y la carencia alimenticia del niño pasa desapercibida día tras día. Podríamos decir que esto le ocurre a mucha población chilena que supongo ya iré observando a lo largo de mis prácticas en Concepción.
A nivel religioso pueden verse en muchos negocios inscripciones que muestran fidelidad y creencia, aunque no conozco aun que sean muchos los que lo practican estrictamente. 

                                                "Inscripciones situadas a lo alto del Cerro de San Cristóbal"


                                             
                                                               "Virgen situada en el Cerro de San Cristóbal"


Tuvimos la suerte,y como comenta Albert en su apartado de este blog, de ver una manifestación en la que desfilaban, norteños del país, sus bailes más típicos. La vestimenta es increíble.

                                   

"Indígenas Mapuches bailando al son de la música"




Sin dejar de caminar durante toda la mañana llegamos hasta el Mercado Central, una infraestructura espectacular donde podías comprar pescado de todo tipo y a buen precio. También había una zona en el mismo lugar donde se encontraban múltiples restaurantes en los que podías probar el pescado, el ceviche y muchos más platos típicos del país. Pudimos probar un lenguado exquisito. 

      

                                      "Mercado Central de Santiago de Chile, zona de restaurantes"


Por lo general, Santiago de Chile es la ciudad más industrializada de todo el país chileno, la llaman la selva de cemento, y se nota. No pudimos visitar mucho porque solo estuvimos dos días pero ya podía intuirse que la economía va creciendo y el trabajo abunda; podríamos decir que está como España hace 15 años, en pleno boom

Algún dato histórico…

La primera entrada de los españoles al país sucedió aproximadamente en el año 1530 a cargo de Diego de Almagro junto con 500 hombres, 100 esclavos africanos y 10.000 indios. Muchos murieron en el camino por congelación. Una vez allanado el terreno y tras atravesar el desierto de Atacama, al norte de Chile, Pedro de Valdivia y un grupo de 150 españoles se asentaron a la orilla del río Mapocho. Tras intensas luchas entre conquistadores y el pueblo indígena mapuche (también llamados araucanos), los españoles consiguen hacerse con el territorio. El 12 de febrero de 1541 se fundó, bajo el prestigio de Pedro de Valdivia, la ciudad de Santiago de Chile; se proclamó gobernante hasta 1553 cuando 6000 guerreros mapuches asaltaron el territorio español y decapitaron al conquistador en la batalla de Tucapel. En la historia quedó Pedro de Valdivia como fundador de la ciudad.    

Los orígenes de este hermoso país cuentan que en 1980 fue encontrada una huella dejada por un niño en un lugar pantanoso; esa pequeña pisada encontrada en Monte Verde, cerca de la ciudad chilena de Puerto Montt  (al sur) y reconocido como primer asentamiento humano en la historia de América, bastó para calcular que hubo vida humana 12.500 años atrás. Dicha huella desencadenó una oleada de teorías que anunciaban la existencia de múltiples entradas y rutas realizadas por los primeros pobladores.  
  

sábado, 16 de marzo de 2013

Llegada al pueblo fantasma: Concepción

'Uf! esto que es?'

Todo el mundo nos había hablado de la comodidad de viajar en bus por Chile, pero la verdad, Andrea y a mi se nos hizo un viaje muy largo y pesado. Creo recordar que son unas siete horas de Concepción a Santiago pero los asientos del maldito bus no ayudaron mucho y la película 'Spiderman' tampoco es que me apasione. Aún así, recorrimos la mitad central y parte de la sur de este país de variedades, de glaciares y desiertos, de orden y desorden, de cemento y de selva. Al fin, y casi a las 21;00h llegamos a la terminal de buses de Concepción: capital de la octava región, la del BÍO-BÍO (nos contaron que bio-bio era el nombre que recibía alguna corriente de agua o algo así en los ríos de ésta región, y que los mapuches o indígenas había atribuido al fluido del agua esta palabra que se repite tanto por esta zona).


Solo bajar del bus conocimos a una chica de Concepción, se llamaba Alma (recuerdo el nombre porque me encanta) y nos indicó más o menos dónde caía el hostal que habíamos cogido para un par de noches mientras buscábamos casa. El hostal se llamaba "La Família" y está situado en C/Freire número 1527 aproximadamente. El hostal más tarde quedaría apodado por nosotros dos como "El hostal maldito" y la mujer que la regentaba sería "La monster". Ya os podéis imaginar por qué. Nuestra cara al ver Concepción de noche fue de impresión. Veníamos de Santiago de Chile una capital de país con aires europeos y con similitudes a lo que nosotros habíamos visto en nuestro país de origen. Pero un bus cualquiera, de un día cualquiera nos hizo aterrizar a una ciudad que parecía mucho más 'sudamericana', la típica ciudad que uno se imagina cuando piensa en sudamérica y sus peligros. Sólo bajar del bus nos advirtieron que cuidado no nos asaltasen y que no fuésemos solos andando de noche por la ciudad. Minutos después, el taxista nos dijo que cuidado no nos asaltasen, que no era muy seguro. Nosotros ya estábamos nerviosos y acabábamos de llegar a nuestra ciudad, dónde por suerte o por desgracia, teníamos que vivir.


El hostal al principio nos dio muy mala impresión (http://residenciallafamilia.cl/) porque al llamar a la puerta por primera vez, un chico con aspecto de toxicómano nos dijo que entrásemos, y Andrea y yo con la 'paranoia' en la cabeza nos esperamos en la puerta, pensando que nos iban atracar o algo por el estilo. Minutos más tarde salió la mujer que regenta el local, y que al final resultó ser muy agradable y nos hizo un descuento por quedarnos más noches. El precio era de unos 13€ por persona/noche.
Estábamos aturdidos, mucha información en pocas horas, y yo aún respiraba hondo por haber recuperado mi cámara en Santiago de Chile, pero de repente, cuando dejamos las maletas en la habitación del 'hostal maldito' un UALA UALA UALA salió de mi boca y Andrea empezó a reírse porque ya sabía que algo pasaba...

'Una de bambas, por favor!'

Sí, yo llevaba mi maleta de 24kg en la mano izquierda, mi cámara de fotos en mi hombro derecho, mi mochila de mano de 10kg a la espalda, pero me faltaba algo... me faltaba una bolsa con los dos pares de zapatos que había traído para mi estancia en Chile. No tenía más, solo esos dos pares de bambas y los que llevaba puestos (los que colaboraron hacerme correr como un loco por medio la ciudad y ayudaron a recuperar a mi cámara secuestrada en el hostal).
Vale, ahora tenía otra misión, recuperar una bolsa que había dejado en el maletero de un puñetero bus de ruta Santiago-Concepción. No podía ser, este viaje me iba a dejar sin pertenencias. Creo que la mezcla de dormidina mezclada con un orfidal surgieron efectos negativos en mi cabeza. Empezaba ahora otra operación rescate, la segunda ya de mi viaje, ahora por 4 zapatillas.
Aún así, nos fuimos a dormir temprano, no salimos del hotel y cenamos unos flipinos (y eso que estábamos muertos de hambre) pero el barrio no nos inspiraba nada de confianza, así que decidimos irnos a dormir y empezar a ver las cosas algo distintas en nuestro primer amanecer en Concepción...

"Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos."

viernes, 15 de marzo de 2013

Conociendo y despidiendo Santiago (III)

'Una despedida de película'

Era el último día en Santiago de Chile y yo ya tenía los pies rotos de los dos días anteriores, ya que Andrea y yo anduvimos todo lo que pudimos y más. Por ese motivo (o quizás porque el destino ya sabía lo que ocurriría) me puse mis bambas de correr.
Yo me desperté muy temprano porque como cuento en otro post, había perdido mi chaqueta y mi jersey en el aeropuerto y esperaba encontrarlo si iba personalmente. Así que eran las 8 de la mañana cuando unos rayos de sol me invitaron a levantarme de la cama, todo así, muy de repente. Dejé Andrea durmiendo en el hostal y me fui dirección Plaza Italia para allí desvirgarme con el metro de Santiago.
La verdad no tuve mayor problema que cuando llegaba a las afueras de Santiago para coger un autobús al aeropuerto me encontré con un grupo de chavales, todos ellos menores de edad corriendo delante de la policía, los chicos venían hacia mi y la policía detrás de ellos. Así que como en una película de estas de acción tuve que apartarme hacia un lado para dejar que pasasen tanto los 'cacos' como los 'polis', fue una escena curiosa.
Dejando de parte las persecuciones extrañas tomé el bus al aeropuerto de Santiago, allí la operación 'recuperar mi chaqueta' no sirvió de nada, ya que las azafatas chilenas sí que son muy majas pero la verdad, la eficiencia a la hora de trabajar de los chilenos pone un poco de los nervios, a veces les chillarías bien cerca: - Arranca, por favor! más madera!.


"Aeropuerto Arturo Merino de Santiago de Chile"

Salí del aeropuerto con la sensación de aquél que sale del casino habiendo perdido todo su salario mensual, estaba realmente jodido. Esa chaqueta la compré en Londres, una de mis ciudades favoritas, y ostia, me encantaba!. Pero bueno, de momento la doy por perdida, aunque ya sabéis que siempre tengo un as en la manga...
Después de salir del aerpuerto y más de dos horas de trayecto entre ir y venir volví a mis orígenes en Chile a Plaza Italia. Al salir del metro me encontré un barullo importante, y observé que a pocos metros míos se encontraba una manifestación con tono festivo-reivindicativo, como las que a mí me gustan. Me acerqué y hablé con unas estudiantes que andaban por ahí, me comentaron que es muy habitual la 'revolución pingüina' (los estudiantes reciben el nombres de pingüinos por el uniforme que llevan en el instituto).
Me sorprendió la gran cantidad de antidisturbios de la policía chilena que había para tan poco estudiantes. Por lo que nos contaron hace un par de años los estudiantes paralizaron la ciudad y las universidades. Realmente, la policía sigue de muy cerca a los estudiantes porque es uno de los sectores más radicales del país, pero que a su vez, está sumando fuerzas para reforzar el tejido social chileno. La mayoría de adultos están a favor de la revuelta estudiantil, aunque no crean mucho en las formas (quema de containers, encapuchados, etcétera) creen que la educación tiene que ser accesible a todo tipo de famílias.


Después de grabar un vídeo de la protesta, me dirigí hacia el hostal porque eran las 12 del mediodía y Andrea y yo debíamos coger un autobús para Concepción, ciudad dónde residiríamos todo este tiempo en Chile. Antes de llegar al hostal me encontré Andrea por la calle, me llamó mucho la atención, encontrarnos en una ciudad tan grande y tan lejana a nuestras respectivas tierras. Después de hacer un café, cogimos un taxi y cargados con todas las maletas nos fuimos como a 15 minutos en taxis hasta la Terminal de Buses hacia el sur. Tuvimos que cruzar toda la arteria central de Santiago, con el inconveniente de las revueltas que había habido momentos antes. Vimos coches policiales con pintura, estudiantes concentrados, muchos antidisturbios, fue algo curioso.

'Momento crítico: me quiero morir!'

Uno de los peores momentos de mi aventura en Chile. Llegamos a la estación de buses sobre las 13:00h, Andrea y yo compramos los tickets para irnos a Concepción. Siete mil pesos por persona era el valor del viaje que iba a ser 'definitivo' y que nos hacía abandonar la gran capital. Pagamos.
Le digo Andrea que como queda 1 hora y media para irnos vayamos a tomar algo. Allí nos paramos y de repente miré mi equipaje (íbamos cargados como burro) y empecé a emitir el grito que se está haciendo ya famoso en el erasmus de: - UALA UALA UALA!.
Andrea me miró como que no entendía nada y de repente lo solté: - Me he dejado escondida mi cámara de fotos en el hostal, debajo del colchón.
Tenia 1 hora y media para cruzar toda Santiago con manifestaciones de estudiantes o perdíamos el bus.
Salí de la terminal y paré a un taxista, el hombre debía tener unos 65 años, pelo blanco, rellenito, con una gorra medio rota, muy muy tranquilo. Le pregunté insistentemente si podía llevarme a calle almirante simpson para volver a dejarme luego en la terminal ya que me había dejado una cámara de fotos muy importante, todo eso en 1 hora y media. Me dijo que sí, que ningún problema. El precio 6 lucas (aquí una luca son 1.000 pesos). Estaríamos ya por la altura de 'La Moneda' (sitio que he fotografiado y he plasmado en otro post) y el taxista me dice: - Oye lo siento chico pero no vamos a llegar, hay manifestaciones, y esto está a reventar. Yo le había dicho antes de subir que había manifestaciones, que fuese por el cinturón exterior, que no se metiera por el centro, y él tozudo me había dicho que no, que iba por el centro que en 1 hora y media estábamos seguro.
En el momento que me dijo eso me sacó de mis casillas, había dejado TODO mi equipaje con Andrea en una estación a las afueras de Santiago, y mi cámara de fotos estaba en un hostal, y en 1 hora y media tenía el billete para irme a 7horas de Santiago. De repente, salíó de mi interior una rabia que no es habitual y abrí la puerta del taxi y salí corriendo, sin pagar. No sé porque lo hice, la verdad, no suelo hacer ese tipo de cosas pero la 'pachorra' del taxista que me comentaba el tema que no iba a llegar un poco al 'cachondeo' y la situación de estrés me hizo reaccionar así. El taxista me chilló, pero tampoco hice mucho caso, mi único objetivo era llegar al hostal corriendo. Los que no conocéis Santiago os puedo asegurar que de 'La Moneda' a Plaza Italia hay muuucho camino, eso sí, estaba lleno de adrenalina, llevaba mis bambas de correr y sabía dónde estaba el hostal. Empecé a correr como un loco, creo que nunca había corrido tanto, notaba que la dentadura me dolía, el pecho se me salía de la caja torácica, y que mis piernas no daban para más. 
Al fin llegué al hostal, hablé en 30 segundos con la recepcionista, subí a la habitación (se llamaba San Pedro y estaba decorada como San Pedro de Atacama, ciudad chilena) y allí había una chica de la limpieza. que aún no se había dado cuenta que debajo del colchón estaba mi cámara.
Cogí la cámara y empecé a correr a la vez que me despedía chillando de la chica de recepción. 
Justo en la salida del hostal había una parada de metro, y arriesgándome entré y pregunté si alguna parada dejaba cerca de la estación de buses del sur. Un chico me dijo que sí, así que entre en el metro sin pensar y esperé al nombre de la parada que me había indicado. Ding Dong Ding, Ding Dong Ding. Sonó en el metro un altavoz que decía que íbamos a estar parados unos minutos por problemas técnicos. No podía ser, quedaban 10 minutos para que mi autobús con destino a Concepción saliera. Esto no me podía estar pasando. Los problemas no acabaron aquí, pero el metro volvió arrancar después de 6 o 7 minutos. Yo salí en la parada que 'unhombredechaleconaranja' me había dicho, pero allí no estaba la estación!. Le pregunté a una señora que paseaba 4 o 5 perros, yo iba sudado, mi aspecto era desaliñado, llevaba una cámara en la mano, supongo que debían pensar que acababa de asaltar a alguien. La señora, en actitud asustadiza me dijo que la estación que buscaba estaba a 3 cuadras más abajo. Ooooooootra vez a correr como un loco, hasta llegar a mi destino. Allí se encontraba Andrea, casi una hora y media después de haberla dejado, sentada en aquella terraza, asustada porque le habían pedido dinero y porque llevaba 5 maletas enormes y no podía ni moverse. Corrimos hasta el andén y el bus nuestro estaba saliendo... lo avisamos, el chico nos dijo que si no habíamos entendido bien la hora de salida (a modo bronca) pero nosotros, felices, subimos al autobús, eso sí, yo creo que mi corazón estuvo latiendo 7 horas rápido, fue un viaje de taquicardia. Nos esperaban más de 600km en los asientos más incómodos que he probado nunca...


"El destino es el que baraja, pero nosotros somos los que jugamos"

La 'operadora de Orange'

'Las casualidades existen y están en Orange'

Aún lo recuerdo como si fuera ayer, era un 4 de marzo de 2013 sobre las 09:00h de la mañana en España. Yo estaba recién despertado, preparando mi gigantesca maleta para irme a vivir a Chile 6 meses, y arreglando los últimos papeles antes de partir.
Uno de mis trámites era darme de baja de mi tarifa de Orange, ya que tenía un contrato con una tarifa mínima bastante alta y al estar fuera 6 meses pues, debía darla de baja o pasarme a prepago.
Me atendió una chica con una voz de simpatía, de esas voces que sabes ya de antemano que la cosa va a ir bien. Le comenté lo mismo que he explicado aquí unas líneas más arriba y me dijo cuál era el motivo de la baja. Le contesté que me iba a vivir a Chile para acabar mis estudios. La operadora sonrío abiertamente ante el nombre de Chile, pero tampoco le di mucha importancia. Continuamos hablando y entonces me preguntó a qué ciudad iba a estudiar. Le contesté que iba a Concepción y entonces ahí saltó ya exclamando que ella trabajaba en Concepción!.  Y que además había estado haciendo mi carrera: Trabajo Social. Por el amor de dios, estaba hablando con una chilena, semi trabajadora social, desde España antes de partir hacia ese país!. Y encima, ella trabajaba en la ciudad dónde yo iba a estudiar unos meses!. Empezamos a charlar y al final, la llamada que había empezado como un simple trámite de baja de línea terminó preguntándole qué prendas ponía en la maleta, una locura. Así un poco de 'estrangis' le pasé mi correo electrónico y aunque tardó en contestarme, lo hizo. Días después nos encontraríamos en Concepción y ella sería la persona que me ayudaría en mis primeros pasos por la ciudad y que me ayudase arrastrar las primeras piedras que se interponían entre el camino de Andrea y yo, y nuestra búsqueda de piso.

"Muchas veces, determinar qué es causalidad y qué es casualidad se torna bastante complicado."

jueves, 14 de marzo de 2013

Conociendo y despidiendo Santiago (II)

'Comida de lujo y paseos varios'

Como ya he comentado en el post anterior habíamos subido al Cerro de San Cristóbal y por lo tanto nuestras barrigas rugían de hambre. Así que decidimos darnos un 'lujo' el primero y no el último del viaje (eso espero) y fue ir paseando hasta el Mercado Central de la ciudad, el lugar predilecto de los amantes del pescado y del marisco, tanto para comer en restaurantes como para comprar y llevárselo a casa.
Por el camino, nos seguimos encontrando con situaciones que nos llaman la atención, como por ejemplo, las patrullas a caballo de la policía de Chile:


"Lo siento, tenía que hacerlo"

Después de pasear un poquito más y pasar por un mercadillo de ropa, hacer una parada y comprarme unas 'chanclas' (ups, me las dejé en España) entramos al Mercado Central, ahora ya sí, nos morimos de hambre:

 

Solo entrar ya nos embistió un hombre que parecía carismático, parecía importante, el tipo nos dejó impresionados cuando alzó su dedo corazón, nos señaló y con gran seguridad dijo: - catalanes, verdad?. Nosotros nos quedamos alucinando y creo que con ese comentario ya nos ganó que nos sentáramos en su restaurant a comer, sí joder, soy de los que cree que es muy difícil identificar una cara catalana en Santiago de Chile. El restaurante se llama "Donde Augusto" (www.dondeaugusto.cl) y la verdad es que parece un tipo famoso, tiene fotos con Arzak, Arguiñano, la reina de España, jugadores de fútbol argentinos y uruguayos, etcétera. Uno de los camareros nos dijo que frecuentaba mucho el lugar Paloma San Basilio y Alejandro Sanz, nosotros gracias a Dios, no nos los encontramos allí. 
A lo que iba, allí pedimos un lenguado con patatas para los dos y un ceviche. El lenguado estaba de muerte y los dos quedamos muy contentos, el ceviche pachim pachám, estaba bueno pero creo que para un español el sabor es muy fuerte y llega a empalagar, si vais a ir pediros las gambas, creo que tenían mejor pinta, nosotros si volvemos a Santiago creo que elegiremos eso.
El Mercado es un lugar muy carismático y es precioso, aquí os muestro un poco más detallado:



"Cara de: dónde está mi lenguado?"


"La foto la hizo Andrea desde la parte superior del mercado: increíble"

Los precios en Chile no son nada baratos, al contrario, incluso hay cosas que estamos notando muy caras como pueden ser los yogur  la leche, la carne, etcétera. Pero hay ciertas cosas que su precio es bastante más inferior que en España, éste es uno de los casos: el pescado y el marisco. Nuestra comida nos salió unos 16.000 pesos chilenos, es decir, unos 25€ entre dos, eso sí quedamos muy llenos y el pescado era fresco y buenísimo.
Para bajar un poco la comida seguimos andando por las partes más carismáticas de Santiago, el centro y sus aledaños. Entre ellos visitamos La Moneda, la casa del presidente chileno, actualmente el señor Sebastian Piñera. Por lo general, y lo poco que hemos hablado de política con los autóctonos nos dicen que están contentos por una parte con este presidente ya que está sacando a flote al país, porque es un hombre poco populista y un empresario ejemplar, es decir, ha formado un gobierno bastante tecnocrata. Por otra parte, hay ciertos sectores como estudiantes o obreros que reclaman mejoras en educación y en sanidad. La parte más reivindicativa se la llevan los estudiantes, los cuales en 2010 incluso paralizaron un año las clases para conseguir una bajada de taxas en las matrículas de sus carreras. Un chileno paga unos 3000€ a 5000€ al año por estudiar una carrera, y el sueldo medio de este país no alcanza los 390€ al mes. Por lo tanto, estudiar se ha convertido en un privilegio, y aunque el estado reparte muchas becas, no es suficiente.


"Nos llamó la atención el símbolo del metro de Santiago, son tres rombos, algo curioso y poco habitual"

"Ministeriode Justícia Chileno"



"La Moneda; casa del presidente de Chile"

"Andrea junto a un autobús de traslado de presos de los Carabineros Chilenos"




'Tour nocturno por Santiago'

Después del paseo conoceríamos a un primo de Andrea y su mujer ellos ya llevan más de diez años viviendo en Santiago por lo tanto, se lo conocían al dedillo. Sobre las 21:00h de la noche nos pasaron a recoger por nuestro hostal. Aquí el contraste de temperaturas entre noche y día es mucho más marcado que en España, de noche refresca casi siempre, aunque haga mucho calor por el día.
Como iba diciendo, el primo de Andrea nos llevó hacer un recorrido por Santiago de Chile de noche, nos enseñó el barrio de oficinas y edificios altos, donde él trabaja. La verdad es que esta ciudad en estos aspectos no tiene nada que envidiar a ninguna de las ciudades europeas que por el momento yo he visto, las infraestructuras en cuanto a edificios y rascacielos por esta zona es increíble. Por un momento, mientras miraba por la ventana del coche pensé que estaba en Manhattan, no parece para nada que te encuentres en Chile.
También pasamos por un club español, dónde se reúnen descendientes de españoles para practicar todo tipo de actividades y deportes, y cerca también se encuentra la embajada española.
Recordemos que los españoles, fuimos un poder dominante aquí en éste país, y muchas de las raíces que hoy en día se observan a nivel social son de nuestros orígenes. 
Más tarde fuimos a un barrio encantador a cenar, está cerca del Cerro de San Cristobal y está basado en pequeñas casas pintadas de diferentes colores, es un barrio bohemio pero a la vez tiene su encanto latinoamericano, es difícil de describir. 
Allí fuimos a cenar unos 'sandwichs' a un bar que había, la verdad es que todo estaba muy bueno (aunque mis primeros dolores de barriga aparecieron) creo que los primeros días de llegar a Chile la mayoría sufrimos de barriga (ya he conocido varios estudiantes que me lo han dicho) aún así, no tiene porque pasaros.
Más tarde y a pocas 'cuadras' de ahí fuimos a una zona muy 'cool' así bastante bien decorada y con pubs que parecían de alto standing, en una de las terrazas probamos por primera vez el pisco (qué error!). El pisco se trata de una bebida que proviene de la uva, se parece mucho al orujo de hierbas pero con un sabor algo diferente. Aquí lo más habitual es un pisco-sauer, o un pisco cola. Yo tomé un piscocola, que es lo más parecido al ron con cola y la verdad, sabe muy bien esta bebida nacional. Aquí es muy habitual tomar eso. A los amantes de la ginebra o la fanta de limón en Chile, olvidaros, aquí no existe y si existe el precio es desorbitado. El ron, el pisco cola y demás bebidas parecidas el precio es bueno, digamos que dos botellas de ron cacique pueden salir por 11€, así que, a falta de pan...
Nos despedimos y volvimos al hostal, mañana ya dejábamos atrás Santiago y toda su vida, su esplendor, nos ha gustado muchísimo!

miércoles, 13 de marzo de 2013

Dudas o información extra

Consultas

Nosotros estaremos en Chile hasta mediados de Agosto, cualquier pregunta, información extra o curiosidad que tengáis podéis hacerla a través de nuestros correos electrónicos:

Albert: albert_gate@hotmail.com
Andrea: andrea.rubio66@gmail.com


Un saludo,

Conociendo y despidiendo Santiago de Chile

'Ha amanecido en Santiago'

Después de dormir algo (el jet-lag aún nos tiene trastocados) nos despedimos de la señora tan maja que hay en la recepción de nuestro hostal, no sin antes pedirle información sobre qué ver en un día en Santiago.
Solo salir del hostal nos encontramos en Plaza Italia, es una plaza grande que está en la parte norte de la ciudad y que abraza al edificio más grande de Sudamérica: el Costanera Center.
Decidimos caminar un poquito y emprendemos la aventura de subir el 'Cerro de San Cristobal' siendo la temperatura ambiente de casi 30 grados y un sol de esos que hace brillar cualquier rinconcito de la ciudad.
Nada, nosotros no tenemos miedo, venimos con energía!. Vemos la 'montañita' a unos tres kilómetros de nuestro hostal y subirla serán unos 7 kilómetros más, en total, vamos a empezar fuertes el viajecito.
Paseando hasta llegar al Cerro pasamos por la Universidad de Derecho de Santiago de Chile, la verdad es que algo tan cotidiano como ver salir a chicos de la universidad y irse a sus casas probablemente a comer se hace curioso y apasionante en otro país, ya sea por los uniformes, por su forma de interactuar o por algo que ni yo sé definir. En fin, como os explicaba, llegamos abajo del Cerro donde se ve que hay un Zoológico para turistas.
"Esto es un zoológico? ummm"

Por la forma que tenemos de pensar decidimos no visitarlo, así que sólo pudimos contemplar las figuritas que simulan ser animales y que están expuestas en la parte inferior del Cerro, aquí les dejo una muestra:
"Mono chileno inofensivo"

A medida que vamos subiendo nos vamos encontrado cosas que nos atraen y que nos hacen sentir extranjeros, la verdad es que el día acompaña y nuestra ilusión de conocer y conocer creo que se palpa en el ambiente, estamos pletóricos, tenemos ganas de operar a Santiago, de trocearlo y investigarlo hasta el final.
"Hemos llegado a la parte inferior del Cerro"

Teníamos la ilusión de encontrar el funicular abierto, pero por problemas logísticos lo tenían cerrado así que, ahora sí que sí no quedaba otra que subir hasta arriba de la montaña andando... como buenos deportistas.
"Chileno 100%"

Me voy encontrado obstáculos y obligo Andrea a fotografiarme con ellos, no sé yo si vamos a llegar a la cumbre, el tiempo pasa y no avanzamos...
"Mi afición ya conocida, mi interés por las policías de otros países, ahora conozco ya a los carabineros"

Hace mucho calor pero se respira una tranquilidad inimaginable, nadie diría que estamos arriba de una ciudad de 7 millones de habitantes. Hay algo que me encanta, mientras vamos subiendo al cerro escucho ruido de escuelas, niños jugando al balón o a cualquier otro juego infantil, el barullo de los niños me hace recordar a mis horas de patio en España, cuando era pequeño, supongo que en estos lugares tanta paz hace que recuerdes cosas que hacía años que no recordabas...Llega un momento en que ya superas el skyline de Santiago, y ver las montañas de los Andes cómo recubren esta ciudad te hace sentir pequeño, como una hormiga en una selva de cemento.

"Santiago, ya eres mía"


Un guardia de los que vigila el Cerro nos recomienda que cojamos un atajo, aunque yo creo que era el único camino para subir, pero vamos que le hacemos caso y tomamos dirección "Sendero a la cumbre Zorro Vidal". El recorrido vale mucho la pena, eso sí, llevad crema solar y algo para proteger la cabeza si hace sol, pega de lo lindo!.


Lo fotografiamos todo! Nos encanta:

"Andrea y su manejo manual de la cámara"


Por el camino nos encontramos a un perro abandonado pero bien alimentado y nos acompañó durante el resto del día en nuestra visita al cerro, le llegamos a poner nombre y todo. Es habitual ver en Chile perros abandonados en la calle, es una de las cosas que pensé que no me iba a impactar pero si lo ha hecho, los ves en manadas, solos, bien y mal alimentados, grandes, pequeños, de colores, todos muy tranquilos, todos muy 'perros', sin hacer nada, supongo que por eso los chilenos los llaman 'perros vagos'.

"Mote con huesillos"
 Por menos de 1,5€ probé el Mote con Huesillos, una bebida tradicional de esta zona. Para que os hagáis la idea se trata de un líquido parecido al 'Nestea' pero dentro lleva un 'durango' es decir, un melocotón seco que con el líquido se infla y a parte, en el fondo del vaso lleva maíz, que supongo que al maíz le llaman "huesillos" aunque por la calle lo venden como "choclo".
Después de refrescarnos un poco seguimos subiendo al cerro, ya queda menos, estamos cerca, ya debemos llevar más de la mitad del camino, así que sacamos energías y ascendemos hasta la cumbre.
Allí hay diferentes cosas que ver, primero hay un mirador, después una iglesia, también unas tiendecitas de artesanía que se instalan frente a una gran bandera chilena, que ondea con mucha fuerza arriba del cerro (aunque Andrea estuvo 10 minutos para hacerle la foto). Luego ya, un poco más arriba nos encontramos con algo muy bonito de ver, se trata de un Santuario, un sitio donde la gente da gracias o pide algún deseo sobretodo de carácter religioso, encienden velas y pegan fotos o frases en la pared, muy muy bonito. Por cierto, aún no sigue nuestro perro, no se separa de nosotros.
También quiero destacar que cuando subimos al cerro, la figura que hay arriba del todo señalaba a la luna, y la luna se veía con bastante claridad, y eso que eran las dos del mediodía y el sol como ya he explicado era potente, fue muy curioso y pude fotografiarlo:
"Los más avispados podréis ver la luna"

Antes de culminar la cumbre nos encontramos varias cosas a destacar, primero una pequeña iglesia que tenia  su encanto:





Unos pasos más adelante y antes de llegar a la cumbre le pedimos a un 'yanki' que nos hiciese una foto, el hombre que le puso mucho empeño y éste es el resultado:

"Ya no podemos más"

A unos metros de éste árbol se encuentra un pequeño santuario, un lugar dónde la gente pide ayuda o da gracias a Dios para algo, nos fascinó y también hicimos un pequeño reportaje fotográfico:




"Todo es fotografiable!"


Después de la sesión fotográfica y aún con nuestro perro persiguiéndonos ya por fin, nos podemos fotografiar arriba del todo.


"Un sol radiante y espectacular que nos hace sudar, pero también disfrutar"

"Andrea a lo Audrey Hepburn"

Allí pudimos disfrutar de unas magníficas vistas, eso sí, la contaminación hizo que la cordillera de los Andes no se viese con demasiada claridad, nos comentaron que cuando está nevada es impresionante, pero como dije antes, nos tuvimos que conformar (que no es poco) con verla un siete de marzo con su polución incandescente.

"Santiago de Chile a vista de pájaro catalán"

Ahora estábamos agotados, Andrea, nuestro perro adoptivo por unas horas y yo:


Así que después de tomar una cervecita y estar sentados ante la bandera de Chile la cuál nos lo puso difícil para fotografiarla porque ondeaba cuando le daba la gana, empezamos a descender:



"Bajando del cerro las vistas siguen siendo increíbles"

Ya hemos llegado abajo del todo, seguimos vivos y podemos contarlo. Eso sí, un consejo, antes de subir al Cerro (que es super recomendable) llevad agua y crema solar, no seáis tan pájaros como nosotros.
"Podemos decir que: PRUEBA SUPERADA"

Y aún nos quedaba día para disfrutar...